En un acto de generosidad y empatía, los Agentes de Tránsito regalaron sonrisas y bienestar en lugar de controles.
Con sus corazones humanistas, los Agentes de Tránsito, recordaron a los conductores que las vías deben de circular con precaución para evitar siniestros y pérdidas de vidas humanas.
La magia de esta festividad, propia de la época, se vivió en las calles con la presencia de nuestros agentes.